Omar Bencomo Jr. esperó 16 juegos para volver a ganar en la LVBP y, para mayor coincidencia, lo hizo ante quienes le dieron aquel triunfo hace tres campañas, Bravos de Margarita.
Desde el 17 de noviembre de 2019, el derecho no sumaba victorias en la pelota local. Ese día lo hizo frente a Navegantes del Magallanes, lanzando seis entradas de una carrera limpia, un boleto y cuatro ponches. En la referida salida, el valenciano se metió en los libros de historia junto a su padre como la pareja de padre e hijo con más laureles en el circuito, con 71 en total, superando las 70 de los Lugo.
Pero, desde entonces el panorama se nubló para la familia. Con una seguidilla de 16 aperturas sin salir ganador, reunidas en siete comienzos en la 2020-2021 y cinco más en la 2021-2022, dichos números, para muchos, marcaron su salida del conjunto margariteño en la temporada muerta, sin imaginar siquiera que Bencomo podía ser el primer brazo que enfrentaran al año siguiente y que los dominaría con un modestia especial.
“Estoy súper contento de haber ganado el primero en casa darle esta victoria al equipo a la fanaticada y ante los Bravos mi ex equipo es algo bastante importante”, declaró el experimentado lanzador en exclusiva para Beisbolplay, tras conseguir su vigésima quinta victoria de por vida en la liga, amén del triunfo 6-1 de Caribes sobre Bravos en la jornada inaugural de la 2022-2023 desde Puerto La Cruz. “Ellos sabían cómo iba a trabajarlos porque me conocen, pero use eso mismo para mi beneficio y gracias a Dios todo pudo salir muy bien”.
Bencomo Jr. largó cinco innings de apenas un hit, producto de un cuadrangular de Carlos Pérez en el segundo capítulo, con dos pasaportes y trío de recetados, para iniciar con buen pie lo que sería su décima zafra en la liga, y expectante de ampliar su colección de triunfos de por vida con 25 hasta el momento.
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