El octavo día de entrenamientos de Tiburones de La Guaira trajo varias incorporaciones importantes llenas de poder y fortaleza para la receptoría.
Sebastián Rivero, de 24 años, vió acción en las categorías doble A y Triple A de su nueva organización Medias Blancas de Chicago, franquicia donde llegó este año, luego de ser dejado en libertad por Reales de Kansas City.
En Estados Unidos dejó promedio de .219, conectó cuatro cuadrangulares, ligó 12 dobletes e impulsó 28 anotaciones.
El otro careta es Wilson García. El caraqueño conectó 14 cuadrangulares e impulsó 64 carreras para un destacado promedio al bate de .324, producción ofensiva que trasladó a la postemporada, donde se quedó con la distinción de MVP en la serie por el campeonato de la división norte con Lancaster Barnstormers, en la Atlantic League.
La temporada pasada con Tiburones participó en 41 compromisos para dejar promedio de .276, con 21 remolques y par de cuadrangulares.
«Era lo que esperaba, conseguir la misma armonía en el equipo que teníamos el año pasado. La buena vibra y la alegría en los entrenamientos se percibe y es lo que hace diferente a este club», comentó García en su llegada al estadio Universitario.
Con respecto a su 2023 en la Liga Independiente, reconoce el progreso y buen trabajo que presentó. «Mejoré mucho reconocer la zona de strike. Ahora quiero seguir con ese mismo trabajo en Venezuela. Bateé para promedio y me ponché poco. Quiero aportar para que el equipo gane desde el principio y que sea la franquicia que celebre el campeonato».
Sangre joven
Otro de los receptores que se reportó a las prácticas de los salados fue Sebastián Cádiz, jovencito de 17 años de edad, cuya experiencia profesional se reduce a su participación este 2023 en la Dominican Summer League con la organización Guardianes de Cleveland.
El cuarteto de incorporaciones lo completó César Quintas, jardinero de 20 años, quién pertenece a la organización Gigantes de San Francisco y este año vió acción en la Arizona Complex League de categoría Rookie.