En un giro inesperado que electrizó al Yankee Stadium, los «Bombarderos del Bronx» derrotaron a los «Boys In Blue» con un contundente marcador de 11-4, manteniendo viva la llama de esperanza en la Serie Mundial 2024. Impulsados por una ofensiva explosiva y un relevo inmaculado, los Yankees le arrebatan la barrida a los Dodgers y forzaron el quinto juego.
Las cosas habían comenzado bien para los californianos, con un nuevo cuadrangular de Freddie Freeman en el propio primer episodio, que lo convertiría en el primer jugador en la historia en conectar, al menos, un vuelacerca en seis encuentros consecutivos de la Serie Mundial.
Pero, puede que la jugada en donde un par de fanáticos le quitaron la pelota del guante a Mookie Betts en el tercer inning, haya sido un presagio de lo que pasaría después.
La reacción de los Yankees no se hizo esperar
La figura estelar de la noche para los «Mulos» fue Anthony Volpe, quien con un Grand Slam sacudió los cimientos del estadio y encendió la euforia de los fanáticos. A su espectacular conexión se sumaron, posteriormente, los cuadrangulares de Austin Wells y Gleyber Torres, se encargaron del despertar de la ofensiva neoyorquina en esta serie definitiva.
Pero la victoria no solo se construyó con el bate. El bullpen yankee sofocó cualquier intento de reacción por parte de los Dodgers. Tras una apertura de cuatro entradas por parte de Luis Gil, en las que permitió cuatro anotaciones, los relevistas maniataron a los bateadores angelinos, para no permitir más carreras durante el resto del encuentro.
Por su parte, Dave Roberts, manager de los Dodgers, optó por una estrategia de pitcheo peculiar, moviendo sus piezas de manera inusual. Algunos analistas interpretaron esta decisión como un reconocimiento de las dificultades que enfrentaba su equipo y una anticipación a la posibilidad de ceder el juego, reservando así sus mejores brazos para un eventual quinto partido.
Con esta victoria, los Yankees ponen en duda la superioridad que parecía tener Los Ángeles. Ahora, ambos equipos se preparan para un emocionante quinto juego, el último en Nueva York, donde se definirá si la serie se extiende aún más o si los Dodgers finalmente consiguen levantar el Trofeo del Comisionado.