El beisbol ha cambiado mucho y lo seguirá haciendo. Algunos lo llaman evolución y como tal hay que adaptarse. Cada vez son menos los abridores, sobre todo en las ligas del Caribe, que van más allá de las cinco entradas o rondan los 100 pitcheos. En ese sentido, Ricardo Pinto y Junior Guerra son la excepción.
Cada vez que ambos pitchers se suben a la lomita, es para sentarse a disfrutar y rememorar los tiempos de por ejemplo, Felipe Lira o Juan Carlos Pulido. Casualmente ambos ejemplos son perfectos al tratarse de ex lanzadores que vistieron los uniformes de Tiburones de La Guaira y Navegantes del Magallanes.
La última zafra de las 20 de Pulido (QEPD) fue con los escualos, mientras que Lira estuvo en el último de sus 19 años con las Águilas del Zulia.
En su más reciente presentación, Ricardo Pinto volvió a lucir en el montículo de «El Monumental» al dominar a Leones del Caracas en 5.2 episodios. Permitió seis hits, una carrera y recetó a siete melenudos con 92 lanzamientos.
Así, tomó venganza de su salida anterior en la que solo tiró tres innings y toleró seis rayitas, bajándose del avión que venía de Japón por el Premier 12. Antes de eso, tenía tres aperturas superando los cinco innings y llevándose la victoria, una de esas de nueve ponches y 93 envíos.
En la 2023-2024 seis de sus diez presentaciones fueron de cinco o más capítulos y más de 70 pitcheos.
Por su parte, Junior Guerra está haciendo gala de su segunda juventud y aunque no jugó con Felipe Lira, lo tuvo muchos años como instructor. Se nota que aprendió.
El diestro de 14 temporadas en la LVBP y primera con los turcos, nuevamente dominó a placer al rival. En la ocasión del martes por la noche las víctimas fueron las Águilas del Zulia.
Guerra, por sexta oportunidad en el año lanzó seis o más innings para apuntarse su séptimo lauro de la campaña. Si bien solamente ponchó a dos, permitió solo cinco imparables.
Juni tiene en su poder un arma letal y no es precisamente la velocidad, por razones obvias. La ubicación de sus pitcheos hace que la mayoría batee rodados. El ejemplo fue anoche, cuando 11 fueron sacados de circulación por esa vía.
Fueron 76 envíos los que usó para llegar a siete compromisos de 70 o más lanzamientos con un tope de 93.
No es solo «comer innings», como se dice. Es que cada vez que se suben a la lomita, muestran una facilidad para dominar rivales, como pocos en la liga.
Pueden caer o llevarse la victoria, pero lo de Ricardo Pinto y Junior Guerra, uno de hace par de temporadas y el otro recordando tiempos de antaño, es para destacar y disfrutar sean del equipo que sean.