«Vieja la Plaza Bolívar», dicen las abuelas en tono jocoso cuando se les cuestiona sobre si pueden hacer alguna actividad por su edad. En la jornada del viernes Alcides Escobar le dio valor a esa refrán con una actuación espectacular.
El campocorto, ayer camarero, guio a Tiburones de La Guaira en el triunfo 18×9 sobre Caribes de Anzoátegui con una noche perfecta con el madero. Según sus propias palabras, uno de los juegos más divertidos de su carrera y vaya que ha jugado.
Escobar terminó la noche en Puerto La Cruz embasándose todas las veces que se paró en la caja de bateo. Su línea ofensiva fue de 5-5 con doble, cuatro impulsadas, cuatro anotadas y un boleto.
Como si fuera poco, también se estafó dos almohadillas.
El Sabanero Mayor, como se le conoce al nativo de ese pueblo de la costa varguense fue la bujía en varios momentos del compromiso. El marcador engaña, la realidad es que llegaron igualados al décimo.
Lo mejor llegaría en el final, iniciando el rally de los escualos. Negoció boleto en un turno de 10 lanzamientos ante Ricardo Guash y eso abrió el chorro. Le volvió a llegar el turno en el mismo capítulo y con la casa llena barrió las bases con imparable.
«Ha sido uno de los mejores juegos de mi vida. De los más divertidos y estoy agradecido por ello. Ese turno fue especial, porque me puse abajo en la cuenta intentando tocar y pude agarrar el boleto. Solo salgo a hacer mi trabajo, estamos guerreando juego a juego. Nunca nos rendimos», dijo el infielder a su departamento de prensa.
Esta es la segunda jornada perfecta para Escobar y la primera de cinco inatrapables de la temporada. El domingo 1 de diciembre se fue de 4-4 ante Águilas del Zulia.
Asimismo, los diez tubeys de este año son un tope personal en su carrera y alcanzó los 48 hits, su máxima cantidad en La Guaira.
Alcides Escobar, próximo a cumplir 38 años, estuvo envuelto en rumores de retiro. Los fanáticos y el mundo del béisbol agradecen que no haya sido así, porque como demostró aún tiene mucho por dar.