La vida es eso que pasa mientras vas aprovechando las oportunidades que ella misma te pone o trabajas para conseguir. Eso es algo que ha hecho Henry Blanco a lo largo de su carrera en el béisbol, como pelotero y mánager.
Como jugador pudo saborear las mieles de un campeonato en dos ocasiones. El primero en la 94-95, su segundo año completo y el segundo en la 2005-2006, cuando ya era insignia de los Leones del Caracas.
Como pasa en la vida cotidiana, es más lo que se pierde que lo que se gana. Blanco cayó en cinco finales como jugador, pero de eso también se aprende, eso dicen.
Hank White se estrenó como mandamás en la LVBP hace una década exactamente. Apenas una zafra después, en la 15-16 se alzó como el Manager del Año.
Su camino ha estado lleno de aprendizajes, también en Estados Unidos como parte del cuerpo técnico de Nacionales de Washington. En Venezuela no muchos pueden presumir de tres finales en diez años. No es fácil llegar, pero al final los resultados mandan.
La primera final de Henry Blanco fue con Tiburones de La Guaira. Los escualos tenían diez zafras sin estar en dicha instancia y ahí los llevó el ex careta melenudo. Cayeron en seis juegos, casualmente ante Leones del Caracas.
Cambió de aires, asumió en Cardenales de Lara, los clasificó primeros en la ronda regular; a pesar de comenzar mal el Round Robin se metieron en la final y nuevamente el destino y las casualidades hicieron de las suyas.
El caraqueño enfrentó a los litoralenses que terminaron llevándose el trofeo al ganar la serie 4×1. Otra vez tuvo que ver cómo otros celebraban.
Blanco fue respaldado por la gerencia alada y esta zafra los volvió a clasificar primeros al Todos Contra Todos que sencillamente pasearon para volverse a meter en la final.
Es tiempo de ganar. No basta con llegar. Es un mensaje que ha dado el mandamás a sus jugadores y estos lo han apoyado. «Es hora de sacarnos la espinita», dijo el día de la clasificación Ildemaro Vargas, capitán de la novena occidental.
A partir de mañana Henry Blanco y sus muchachos harán todo lo posible para reafirmar el dicho que reza que la tercera es la vencida.