Las oportunidades están para aprovecharlas y eso es lo que buscará hacer Rafael Marchán en este campamento primaveral y luego durante la temporada.
Los Phillies de Philadelphia necesitan competir en la difícil División Este de la Liga Nacional. Para ello deben tomar ciertas decisiones, que quizás no estén tan bien vistas.
La gerencia le comunicó a J.T. Realmuto que su tiempo de juego detrás del plato sería reducido para usarlo como bateador designado y alivianar las cargas de la extensa temporada. El careta no ha tenido inconvenientes con eso, sabiendo que lo ayudará a él y al equipo.
Esta decisión beneficiaría al venezolano Rafael Marchán, quién vería más acción en la receptoría, pero primero deberá ganarse el lugar frente a Garret Stubs.
El nativo de San Cristóbal ha tenido complicaciones para ser constante desde su arribo al show en 2020, en parte por las lesiones. Tanto así que no jugó ni una sola vez en Grande Ligas en las zafras 2022 y 2023.
Sin embargo, en los 17 compromisos que estuvo en la campaña anterior dejó buenas sensaciones al batear .294 con OPS de .894. De sus 15 imparables, tres fueron jonrones y cuatro dobles, remolcó seis y anotó otras ocho.
Fueron 129 episodios como catcher en los que atrapó a cuatro corredores en intento de robo y asistió seis veces. Además, participó en tres dobleplays y cometió dos errores.
Este pasado reciente, más lo que pueda mostrar en el Spring Training, le dará cierta seguridad al cuerpo técnico y al tren gerencial de que Realmuto tiene un buen backup.
Jesús Luzardo, Ranger Suárez y José Alvarado formarán parte de uno de los grupos de lanzadores más temibles de las Mayores para 2025.
Es así como el receptor que está próximo a cumplir 26 años buscará su primera zafra completa en el big show.