Parece ser cierto el dicho que reza que la gente nunca está conforme con nada. No importa que tan bueno seas el algo, hay quienes viven para buscar el lado negativo o una falencia. Luis Arráez ha tenido que cargar con eso durante los últimos años a pesar de ser considerado uno de los bates más hábiles de las Grandes Ligas.
Tres títulos de bateo parecen ser poca cosa, pero en esta época, en el nuevo beisbol, con una estadística para cada nimiedad. Hace años, lograr liderar tres zaras seguidas el average era casi imposible. De hecho, el criollo fue el primero en la historia en hacerlo con tres equipos distintos.
Luis Arráez sabe quién es y lo que puede dar, pero en 2025 puede cambiar un poco su manera de batear y buscar darle más poder a sus conexiones. De esa manera sería más productivo para el equipo y aprovecharía para callar varias bocas.
En ese sentido, «La Regadera» ya comenzó a trabajar. En la jornada del viernes disparó su primer jonrón de los entrenamientos primaverales ante Rangers de Texas.
Dicha conexión significó el tercer extra base de los 13 imparables que ha dado en el Spring Training. Llegó a seis empujadas y cuatro carreras anotadas para un modesto promedio de .433.
Si bien no es su principal característica, sería un plus para él y Padres de San Diego, sobre todo tomando en cuenta su lugar como primer en el lineup. Lo ideal es que esté en base, pero si puede aumentar su cantidad de bambinazos, nadie se molestaría.
Luis Arráez apenas conectó cuatro cuadrangulares en 154 juegos en 2024 y empujó 46 carreras. Quién quita que para esta campaña pueda igualar o superar su tope de diez vuelacercas en 2023, mismo año que impuso su mayor cantidad de fletadas con 69.