Para que un equipo sea fuerte, debe contar con figuras destacadas, pero también con aquellos jugadores que, sin brillar demasiado, hacen bien su trabajo y aportan a la causa. Tal es el caso de Ranger Suárez que, pese a no ser el as de los Phillies, cumple con una función que es fundamental para lo que ha logrado su conjunto.
La franquicia de Filadelfia ha gozado, en los últimos dos años, de un protagonismo muy importante en las Grandes Ligas. Llegaron a la Serie Mundial en 2022 y cayeron ante unos siempre favoritos, Astros de Houston. Quedando así a las puertas de un nuevo título. En 2023, lograron, nuevamente, llegar a la postemporada, pero los Dbacks de Arizona los eliminaron, en siete juegos, en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Ahora mismo, son uno de los mejores récords de la temporada regular 2024 en la Gran Carpa, junto a los Dodgers de Los Ángeles.
Pese a contar con lanzadores de la talla de Zack Wheeler o Aaron Nola, cuando Suárez se fue a la lista de lesionados a finales de julio, su ausencia pesó en la rotación.
Los equipos exitosos tienen, al menos, tres lanzadores de prestigio
El cuerpo de abridores de un roster que aspira a ser campeón, no puede contar con una o dos luminarias solamente. Hasta tres o cuatro pitchers deben poder ofrecer confianza.
Los Bravos de Atlanta del 97 tuvieron a Maddux, Glavine y Smoltz, los propios Filis en 2011 contaron con Halladay, Lee, Hamels y Oswalt.
El «Power Ranger» es ese lanzallamas que puede rendir tan bien como los estelares en el morrito. Su apertura ante los Marlins en la jornada del 5 de septiembre, representó su tercera desde su regreso de las dolencias de espalda. Trabajó en un espacio de 5 episodios, abanicó a 4 rivales y otorgó un par de pasaportes.
Suárez, que seguirá persiguiendo múltiples registros, tiene la segunda mejor efectividad de su equipo (2.90), solo detrás de Wheeler (2.63).
Además, tiene récord de 12-6, 132 ponches y un WHIP de 1.07.