Galopando. Así se podría describir en una sola palabra y con un término hípico el andar de Cardenales de Lara en este Round Robin, en el que aún no conoce lo que es perder.
Seis triunfos en la misma cantidad de juegos disputados en es el récord de los dirigidos por Henry Blanco en esta instancia. Están manteniendo el ritmo que los trajo al todos contra todos en el primer lugar de la ronda regular.
Un giro de 180 grados en comparación al Round Robin de la campaña anterior cuando arrancaron 0-4.
Los crepusculares se han hecho fuertes dentro y fuera de su terreno, con tres triunfos en la carretera y tres en el Antonio Herrera Gutiérrez. El diferencial de carreras es más que positivo (19), luego de anotar 43 y permitir 24.
La ofensiva ha respondido como era de esperarse. Lara comanda esta etapa en todos los departamentos ofensivos a excepción de los triples, que no han llegado.
Individualmente se pueden nombrar a Ildemaro Vargas y Harold Castro como los mejores promedios con .429. A Rangel Ravelo líder en jonrones (2) y empujadas (9). El Tren del 23, como refuerzo, también lidera las anotadas (8), las bases alcanzadas (17) y el OPS 1.219.
A su vez, como todo equipo necesita equilibrio, hay que añadir que los que inician el duelo tienen tres lauros y los otros tres han ido al bullpen.
En seis choques los alados han usado solo tres abridores: Max Castillo, Jimmy Endersby y Adrián Almeida. Por raro que suene, solo Castillo no ha podido ganar. El norteamericano tiene un triunfo, mientras que el zurdo tiene dos.
Los relevistas Robinson Hernández (2) y Brian McKenna (1) han sido los otros ganadores, «allanando», por decirlo de alguna manera, el camino a Arnaldo Hernández.
Una de las notas positivas y tal vez se puede considerar como una sorpresa es al joven Eduardo García. El infielder solo disputó 17 choques en la ronda regular y hoy por hoy es el campocorto titular de los barquisimetanos.
Tiene siete hits, dos dobles, un jonrón, cuatro anotadas y la misma cantidad de empujadas. Solo ha cometido una pifia.
Con estos seis triunfos en fila, Lara igualó el registro de la zafra pasada de Tiburones de La Guaira. Casualmente, fueron los que le quitaron el invicto a los litoralenses y para a la postre terminar viéndose en la Gran Final.
Cardenales de Lara se metió a la lucha por el campeonato con diez victorias. En la 22-23 La Guaira lo hizo con nueve. Es decir, que con diez compromisos por disputar, solo faltarían cuatro, mínimo tres lauros para meterse por segundo año seguido a la Gran Final.