Si lo llevamos al tema de las apuestas, Shohei Ohtani y Mookie Betts, por ejemplo, estaban por delante de Freddie Freeman entre los favoritos para el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. Las cosas no siempre son como parecen.
Freddie Freeman bateó para .300 con .1364 de OPS en cinco compromisos. Empujó a 12 compañeros, gracias entre otras cosas a cuatro batazos de vuela completa en los primeros cuatro duelos.
Esos cuatro cuadrangulares se unieron a los dos que conectó en su anterior Serie Mundial con los Bravos de Atlanta, por lo que hilvanó seis cotejos dando jonrón en World Series.
Hay que recordar que es el segundo campeonato que consigue Freeman en el show. En 2021 se coronó con Atlanta.
Solo uno de los seis imparables de dio en esta llave fue de una base. Aparte de los cuatro vuelacercas también sonó un triple.
Además, Freeman anotó cuatro rayitas, recibió dos bases por bolas y su defensa en la primera almohadilla se mantuvo top, a pesar de las molestias que traía en uno de sus tobillos.
A lo largo de su carrera, Freeman se ha mostrado aparte de un excelente pelotero, que rinde de acorde a lo que se espera, como un gran líder.
Es un ejemplo dentro y fuera del terreno. Todos lo saben y lo respaldan, tanto en el club house como fuera de él.
Un toletero vieja escuela. Ni siquiera usa protectores ni anda con extravagancias. Un jugador al que muchos le han seguido el paso. Un MVP de bajo perfil, que responde cuando tiene que responder.