El término de la ronda regular para Cardenales de Lara también significó el final, pero de una carrera para uno de sus mejores exponentes. Raúl Rivero se retiró luego de casi dos décadas en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Se puede decir que fue una despedida perfecta, ya que el experimentado derecho pudo abrir y de paso retirar a los siete bateadores que enfrentó.
Para hacer el momento más especial, César Izturis fue quien lo sacó y Vicente Campos quien lo relevó. Dos peloteros con los que compartió clun house durante tantos años.
Atacado en los últimos años por las lesiones, Raúl quien ganó cinco juegos el año pasado en diez aperturas, solo había podido lanzar 2.2 innings esta campaña.
Rivero defendió el uniforme de los crepusculares por 18 zafras en las que se coronó en dos oportunidades y se erigió como uno de los mejores brazos de la franquicia.
En dos ocasiones, seguidas además, se alzó con el premio Lanzador del Año (2015-2016 y 2016-2017). Sumando la 17-18, hilvanó tres zafras seguidas con siete triunfos.
El cumanés colgó los ganchos con registro de por vida de 51-29, efectividad de 3.50 en 176 juegos (731 IP), 506 ponches y 182 bases por bolas en ronda regular.
Raúl Rivero en la historia cardenal
Solo las leyendas de Giovanni Carrara (579) y Edwin Hurtado (570) tienen más ponches que Rivero en 82 años de historia de los alados.
De igual forma, aparece como el segundo con más aperturas (176), cuatro menos que Luis Leal; quinto con más triunfos y el sexto con más episodios lanzados.
Entre lagrimas, pero sabiendo que entregó todo desde la lomita, Raúl Rivero se despidió entre aplausos de los fanáticos y abrazos de sus compañeros y técnicos.